Sociedad

El Chacabuco Golf Club cumple 50 años de vida

Miercoles, 05 de Agosto de 2020 . 11:31 Hs.

El 5 de agosto de 1970 es una fecha muy especial para el Chacabuco Golf Club, el día de su nacimiento, de su fundación, pero está claro que todo dio inicio bastante tiempo atrás. Sin ánimo de hacer un relato histórico demasiado certero, la idea es contar cómo nació la institución que está cumpliendo cincuenta años y, sin dudas, es un orgullo para sus socios y nuestra ciudad. 
Un grupo de personas, conformado por Hugo Pedro Zanlungo, Freddie Delprato, Juan Carlos 'Cuerito' Rodrigo, Osmar 'Nene' Bressano, Omar Quintela, Oscar 'Cacho' Cane, Eraldo Di Pierro, Osvaldo Marino, Raúl Sofer, César Vaninetti y Osvaldo Rodrigo, entre otros, se acercaron al Junín Golf Club con el fin de iniciarse en un deporte que por ese entonces crecía en nuestro país.
Durante un tiempo concurrieron al club de la vecina ciudad a tomar clases, y se enamoraron de este deporte que los atrapó para siempre. Como buenos emprendedores y soñadores, no sólo se transformaron en golfistas, sino que al poco tiempo la idea de construir una cancha en Chacabuco comenzó a tomar forma.
El contador público Hugo Zanlungo fue el gran gestor de la idea y, junto a ese grupo de entusiastas golfistas, comenzó a darle forma al sueño. Todos fueron parte de la primera comisión directiva del Chacabuco Golf Club, tal como surgió de la asamblea de aquel 5 de agosto de 1970 celebrada en el Círculo Italiano de nuestra ciudad.
El primer paso fue encontrar a la venta un campo sobre la ruta nacional Nº 7. Al poco tiempo, lograron adquirir la propiedad del señor Manuel Dadamia, que fue muy generoso al darles un buen plan de pagos que permitiría avanzar con el proyecto. Hugo Zanlungo, en ese entonces, era uno de los contadores de mayor prestigio de nuestra ciudad, con innumerables clientes a los que contactó, les contó la idea y muchos de ellos, con la compra de un terreno, colaboraron con la financiación del proyecto.
Una vez tomada la posesión, se contactó a Alberto Serra, el mejor diseñador de campos de golf de ese entonces y creador de innumerables canchas a lo largo y a lo ancho del país, entre ellas Los Lagartos CC en la misma época. Don Alberto –como lo llamaban los socios de aquel entonces– diseñó los 18 hoyos, aunque en una primera etapa se construyeron 9. El movimiento de tierra, supervisado por el diseñador, lo hizo la empresa Bonópera con un gran aporte de la Municipalidad de Chacabuco. Héctor Mori era el intendente y creyó en la idea, por lo que la apoyó dentro de sus posibilidades.
Un gran movimiento de tierra permitió la construcción de los lagos y los greenes, y la forestación fue clave, siempre dirigida por Serra. Con la cancha avanzando, había que comenzar a sumar golfistas, así fue como llegó el primer profesional del club, el recordado Negro Pérez. Un gran formador de jugadores se instaló en el club y con un pequeño putting green delante de su casa –hoy la vivienda del casero–, a cada persona que se acercaba la guiaba en los primeros pasos. También en el driving range, ubicado en la zona indicada hacia la pileta. Pérez fue muy importante en el inicio del golf en Chacabuco, dejó muy buenos recuerdos junto a su esposa y su pequeño hijo.
También arribó al club el primer cantinero. Con sólo un kiosco de chapa, Homero Nanni atendía a los socios y a todos aquellos que se acercaban a la flamante institución. Al tiempo se construyó la confitería, que continuó siendo atendida por Homero durante años.
A mediados de la década del 70 nació la colonia de vacaciones, que liderada por Miguel 'Chino' Benac, Héctor 'Negro' González y Marta Capelutt, se convirtió en un gran éxito. De esos veranos salió una gran cantidad de chicos, que después transformados en golfistas y dirigentes a través de los años fueron volviendo al club. Cabe destacar que la colonia mantuvo la continuidad hasta estos días. Por ella pasaron miles de chicos y, a pesar de los cambios en su dirección y gestión, siempre fue un orgullo del club. 
Pero no todas fueron rosas, o birdies, en estos cincuenta años. Más allá de los vaivenes económicos de nuestro país, el gran problema fueron las inundaciones, algunas muy grandes, que se llevaron el esfuerzo de años y un permanente volver a empezar los fue marcando, pero una constante fue siempre el compromiso de las distintas comisiones directivas y los socios, ya que con esfuerzo siempre se volvió con mayor energía.
Esas inundaciones han contribuido a la fortaleza del Chacabuco Golf Club, ya que siempre se recuperó  con nuevos proyectos y sueños. La capacidad de su dirigencia y el acompañamiento sin egoísmos de sus socios y amigos es y será la clave. Una obra importante fue la construcción por parte de la Provincia del canal, a través de gestiones de directivos y la Municipalidad, que incluyó infinidad de viajes a La Plata y Nueve de Julio, sede de Hidráulica, se consiguió que la obra diera inicio, pero como nada es fácil hubo un problema, cuando el canal avanzaba más allá del campo de la familia Moss, comprobaron que debía ir hacia el otro lado, y desembocar en la Cañada de los Peludos. Se corrigió el error y el canal fue una realidad. El club estuvo muy presente en ese proyecto, no sólo gestionándolo, sino también acompañando y asistiendo a las personas encargadas de los trabajos.
En su momento, el tenis tuvo su espacio a inicios de los 80 con la construcción de dos canchas y el éxito obligó a la construcción de una tercera. Cuando fue el furor del padel en los 90, se construyó una cancha. Numerosas fiestas se realizaron en la confitería y en el parque: casamientos, cumpleaños de 15 y los recordados Bailes del Golf fueron un clásico.
En 1992 se inauguraron los segundos 9 hoyos. El diseño original de Alberto Serra, fallecido, sufrió algunas pequeñas modificaciones por parte de su hermano, el también excelente diseñador, Emilio Serra. Así, el sueño de los 18 hoyos se cumplió: la cancha de primer nivel para la zona era una realidad. Esto permitió ser sede de muy importantes competencias a nivel regional y nacional, entre las que se destacaron los Nacionales de Menores, organizados por la Asociación Argentina de Golf en varias oportunidades, en los que el club fue anfitrión de los mejores jugadores de nuestro país, muchos de ellos hoy son profesionales de primer nivel. Se organizaron grandes competencias de aficionados y abiertos de jerarquía muy recordados.
Ya son varias las generaciones de jóvenes que crecieron en el Chacabuco GC. En todos ellos se nota el amor que sienten por él, al destacarse muchos de ellos en lo deportivo, lo dirigencial o simplemente practicando su deporte favorito.
No se quiere cometer injusticias, por eso no se mencionan a las tantas personas que permitieron con su esfuerzo que este aniversario los encuentre con una institución ejemplar, a pesar de los problemas económicos de nuestro país, las condiciones climáticas que tan mal los han tratado, sumados a la actual pandemia que obligó a cerrar el club por cinco meses. Creen en el trabajo en equipo y en el compromiso colectivo, nada sería posible si no hubiese sido así. Prefieren sólo nombrar a parte de los socios fundadores, los que dejaron un legado, nacido de una idea superadora, pero siempre agradeciendo a cada uno de los socios que los sucedieron, haciendo posible aquel sueño y seguir el camino hacia proyectos todavía mayores.
Pasaron muchas comisiones, también inundaciones y contratiempos, hubo muchos proyectos, algunos se hicieron realidad, otros todavía no. Están convencidos que se va por el buen camino, que con el desinteresado esfuerzo de muchos se logró un club del cual se sienten orgullosos. Hoy los encuentra en una situación muy triste, sin poder acercarse al club debido a la cuarentena por el covid-19, pero saben que, como siempre, vendrán tiempos mejores, en los que los festejos serán posibles.

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