Sociedad

Tomas Dominguez: Estrategias psicológicas para desarrollar un pensamiento más optimista

Viernes, 14 de Mayo de 2021 . 11:49 Hs.

La psicología cognitiva ha estudiado cómo las distorsiones cognitivas llevan a un procesamiento de la información que facilita conclusiones arbitrarias que no necesariamente se condicen con la realidad.

¿Escuchaste alguna vez la frase 'todos los hombres son iguales'? 

¿Alguna vez pensaste que no ibas a poder realizar deportes porque no tenías la habilidad en uno en particular? ¿Cuándo tu equipo o la selección de fútbol perdió pensaste que fue tu culpa por no seguir una cábala?

Estas y algunas más, son distorsiones cognitivas, que las vamos a llamar como trampas del pensamiento, porque en la mayoría de los casos, están asociadas a una visión negativa de nosotros mismos, de los demás o del futuro.

Lectura del pensamiento: hablamos de lectura de pensamiento cuando la persona cree saber lo que el otro está pensando, por ejemplo: 'mi jefe debe pensar que no merezco el trabajo' o 'debe pensar que soy un mal amigo'.

Catastrofización: se da cuando se sacan conclusiones catastróficas sobre lo que va a suceder en el futuro: 'el COVID va a dejarme sin trabajo, y eso hará que mi pareja me abandone y que no pueda ver más a mis hijos'.

Yo: en general, suele suceder que hay personas que se atribuyen como la única causa de todo lo malo, por ejemplo, ante un accidente de tránsito de un familiar: 'fue culpa mía por no hacerlo tomar conciencia del peligro de la moto'.

Sobregeneralización: existe una sobregeneralización cuando se sacan conclusiones generales con una indicio puntual y específico, por ejemplo: 'mi pareja me fue infiel, todos los hombres son iguales'.

Ellos: Esta trampa del pensamiento se da cuando se le asignan a los demás como la única causa de los eventos negativos.

Karen Reivich y el equipo del Centro de Psicología Positiva de la Universidad de Pensilvania, en el Programa de Resiliencia, desarrollaron, frente a estas trampas del pensamiento, herramientas para desarmarlas y ejercitar una visión más optimista de la realidad.

Evidencia: 'Esto no es así, porque'.

Replanteo: 'Es mejor verlo de esta manera'

Plan: 'Si X falla, puedo intentar con Y'

Como se menciona, una de las trampas del pensamiento que impiden desarrollar bienestar psicológico, optimismo y resiliencia, es el pensamiento catastrófico, donde la persona saca conclusiones erróneas y pesimistas sobre el futuro, lo que genera síntomas relacionados con el miedo y la ansiedad. 

El mayor problema, reside en que la persona siente en el presente los síntomas que podría sentir en ese futuro catastrófico.

Algunos disparadores de este pensamiento catastrófico son los mensajes ambiguos. Imagínense, por un segundo, que les llega un mensaje de su médico que dice: "están los resultados de tus estudios, pasa mañana por el consultorio", o que llegue un mensaje de su jefe diciendo: "tengo que hablar contigo, pasa por mi oficina cuando termine tu jornada".

Ante estos disparadores, el pensamiento catastrófico avanzaría de la siguiente manera: "seguro tengo alguna enfermedad grave, voy a terminar mal", o "seguro me voy a quedar sin trabajo, no voy a poder mantener a mi familia, mi vida va a ser un caos".

Una forma de combatir esta trampa con la evidencia sería la siguiente: "todos los médicos deben dar una devolución de los estudios", o "mi jefe puede decirme algo malo, pero también puede necesitar hablar algo en privado, siempre que hay algo importante lo hablamos personalmente".

Utilizando la estrategia del replanteo, la persona pensaría "es mejor pensar que me va a dar una buena noticia, por lo menos, mientras tanto, no estoy tan preocupado".

Otra estrategia, podría ser armarse de un plan B para que ese pensamiento catastrófico no invada y genere mayor ansiedad. Un ejemplo podría ser: "si mis estudios me salen mal, voy a pedir una segunda opinión y voy a buscar opciones de tratamiento" o "si me quedo sin este trabajo puedo intentar con el emprendimiento que había pospuesto".

Lo importante no es lo que sucede, sino como interpretamos lo que sucede y que hacemos con eso. 

Frente a un mismo evento, el pesimista va a ver una dificultad que lo lleve a huir, mientras que el optimista va a buscar nuevas formas de afrontar los desafíos y va a poner todas sus energías en encontrar distintas y nuevas soluciones.

Estas herramientas, permiten desarrollar un estilo de pensamiento más optimista, donde las personas perciben un mayor nivel de control, tienden a pensar en que los acontecimientos negativos son temporales y son específicos de un tiempo y un lugar determinado.

PUBLICIDAD

Pagina no encontrada