Sharima, la dulce elefanta del zoológico de Luján , que fue clausurado por irregularidades por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación , falleció ayer en medio de gestiones infructuosas para acceder a ella y evaluar su estado de salud y de una causa penal por supuestos hechos de maltrato animal en el predio.
Sharima estaba enferma. Tenía algunas enfermedades diagnosticadas y otras aún sin diagnosticar, y sobrevivía sin ningún tratamiento que la ayudara a superarlas . Su final se precipitó el viernes, cuando cayó a la fosa que rodeaba el recinto que la alojaba, de donde intentaron levantarla con una grúa.
Allí, a un costado del hábitat donde vivió todos estos años, quedaron como testimonio de lo que nunca más puede suceder las dos cajas en las que Sharima y Arly, también muerta en 2005 a los 19 años, habían sido traídas desde el zoológico de Ragunan, en Indonesia .