Hace más de un año, producto de la miseria y de los coletazos de la pospandemia, la feria Belgrano, en el partido de Merlo, se transformó en una cadena de ministerios paralelos, donde el desarrollo social, la economÃa e incluso la salud de muchos vecinos del barrio se sostiene por la acción ciudadana.
Ropa usada, remedios, alimentos y billetes se cambian y se sortean entre feriantes y oportunistas en una verdadera 'timba del rebusque'.
'Esto no empezó ni por trueque ni por manteros, esto empezó por necesidad', dice una de las vecinas que tres veces por semana de acerca a la feria Belgrano para comprar baratijas y revenderlas en sus vivos de Facebook.
'Vas a un local y con $1000 te comprás una sola prenda, en mi Facebook por $1000 te vestÃs vos, tu nieto y tu hija', expresó.
'Mi lÃmite para vender es de $500, ¿para qué matar a la gente? si yo sé que estamos todos en la misma', afirmó una feriante, que pasó de auxiliar de enfermerÃa en un geriátrico a sobrevivir en una economÃa popular que agoniza en un paÃs en coma.
La verdadera loterÃa de la provincia donde los números se venden a $10
Pero a la sombra de una más de las tantas ferias populares que conocimos, en esta, encontramos a la verdadera loterÃa de la provincia: 'la loterÃa de los pobres'. AllÃ, los puesteros compran y venden números por $10 y se ganan el derecho a participar por el sorteo diario de bolsas de comida y dinero en efectivo.
No son bolsones son paquetes de cuatro o cinco productos de primera necesidad donde los ganadores se llevan una caja de té, un paquete de fideos o una lata de arvejas, mientras que los que aspiran al 'premio mayor' esperan ese golpe de suerte para llevarse los premios en efectivo que van de los $120 a los $600.
¿Estrategia de un eslabón caÃdo del marketing o una acción solidaria en medio de la crisis? Caiga donde caiga la bolilla de la respuesta, la única fija es la realidad de todos los que se acercan a la feria, desde la señora que fue a comprarle ropa a sus nietos y gastó más de lo que podÃa, hasta el mantero que no vendió más de 500 pesos.
Todos esperan ansiosos a la 'loterÃa de los pobres' para terminar el dÃa con una sonrisa.
En esta timba de la miseria si no tenés plata para comprar el número no te quedás afuera. Todos los feriantes pueden anotarse en un 'sorteo plus' donde con solo poner su nombre y apellido participan por una bolsa extra de alimentos.
'No son como las que entrega Desarrollo Social, tienen más variedad', cuenta Rosa, la última 'ganadora' de la jornada.