Silvio Mogarte tenía un corte en el cuello y casi no podía hablar cuando lo encontraron. Había intentado quitarse la vida minutos después de asesinar a machetazos a su mujer y a los dos hijos de ella, de 8 y 3 años, en una casa de la localidad misionera de San Pedro.
La sangrienta secuencia rompió la tranquilidad de esa zona rural el miércoles por la tarde. Un vecino, que se topó por casualidad con el femicida herido, trasladó en su propio auto a Mogarte al hospital y dio aviso después a la policía.
El agresor pretendió convencer a todos de que había sido atacado, pero cuando los efectivos de la Unidad Regional VIII volvieron a su casa para hacer una inspección de rutina se sorprendieron ante el escenario de la masacre.
Los cuerpos estaban desparramados en el patio. Se trataba de Raquel Pereira, de 22 años, pareja del asesino y madre de Jefferson y Thiago, de ocho y tres años. El hombre los asesinó a los tres con un machete que fue secuestrado en el lugar para después intentar, sin éxito, suicidarse.
Mogarte permanece internado con custodia en el hospital Samic de Eldorado, en el área de cuidados intensivos. De acuerdo a las primeras versiones, no existían antecedentes de restricción ni denuncias por violencia de género.