Sociedad

Tríada: Estoy enamorado de los dos

Sabado, 09 de Enero de 2021 . 14:50 Hs.

Desde el comedor del departamento en el que conviven, en el centro de Rosario, tres hombres saludan a cámara con una sonrisa. Dos de ellos fueron, hasta hace casi tres años, un matrimonio. No es que se hayan divorciado, al contrario: se les ven las alianzas en los anulares en cada sorbo de café.

'Fueron' porque sentado entre ellos hay un tercer hombre por el que dejaron de ser un matrimonio monogámico para formar una tríada: es decir, una relación poliamorosa entre tres personas que comparten hogar, amor, responsabilidades, gastos, cama, sexo y el cuidado del único que ahora no sale en cámara, un cachorro llamado Panda.

Krzysztof y Mateusz son polacos. El primero tiene 32 años, es físico nuclear y trabaja a distancia para la Jagiellonian University de Cracovia. El otro tiene 30 y se dedicó siempre al turismo y a la organización de eventos.

No hay una sola razón por la que eligieron dejar Polonia y emigrar a Latinoamérica, pero al menos una sobresale entre las otras. Polonia es hoy uno de los puntos rojos en el mapa de la homofobia mundial, el país en el que más de 100 municipios -alentados por un Gobierno ultraconservador- se autoproclamaron 'zonas libres de ideología LGTB'. Krzysztof y Mateusz están juntos desde hace casi una década aunque tuvieron que irse a otro país para poder casarse.

¿Y qué hace un venezolano sentado entre los dos polacos? ¿Qué hace viviendo en Rosario, a 7.000 kilómetros de su ciudad? Will Barreto, 32 años, es un joven gay nacido en una familia cristiana evangélica que jamás había pensando en el poliamor hasta que se sumó a un matrimonio estable. Un joven que emigró de Venezuela buscando refugio y terminó encontrando no un amor, sino dos.

Un poco en inglés, otro poco en español y otro tanto con las manos, es Mateusz quien empieza a destejer la historia. Es él quien cuenta cómo la idea de salir de la monogamia -mucho antes de que Will apareciera en sus vidas- 'se fue dando naturalmente'.

'En algún punto de nuestras vidas empezamos a pensar que queríamos abrir la relación, pero no queríamos que fuera algo netamente sexual. Decidimos entonces que íbamos a buscar un 'amigo con beneficios'', recuerda, y hace comillas con los dedos. 'Nunca nos habíamos planteado la posibilidad del poliamor pero esa persona terminó siendo mucho más que un 'amigo con beneficios', básicamente una relación'.

No fue, en aquel caso, una tríada, trieja o trouple, como se llaman a las parejas de a tres. El 'ex amigo con beneficios' sólo mantuvo una relación con Mateusz por lo que Mateusz tuvo, durante un tiempo, marido y novio en simultáneo.

Sentado a su derecha y arrasado por la timidez, el marido en cuestión dice que los celos y los temores existieron 'pero sólo al comienzo'. Y que la clave fue una buena comunicación, en donde los dos pudieran contarse qué les pasaba: si uno se sentía inseguro o desplazado, si los celos los dominaban, si estaban a gusto con la idea de que ambos pudieran mantener otras relaciones en libertad.

Ese 'otro' hombre no era un fantasma, un ente sin rostro al que el físico nuclear prefirió no conocer. 'No, fue importante que mi marido y mi novio tuvieran una buena relación, incluso una amistad', opina Mateusz. 'Si no hay una buena relación entre tus parejas es más difícil crear algo porque cada parte de una relación poliamorosa es parte de una familia.

 

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