El primero de septiembre de 2022 es una fecha que marca un punto de inflexión en una espiral de violencia que viene aumentando en nuestro país desde hace mucho tiempo. Es una fecha que quedará en la historia y al ser contemporáneos/as creemos que una palabra a modo de reflexión es urgente. 

De eso se trata: de darle valor a LA PALABRA en medio de tanto ruido y desencuentro. De comprender, también, el poder de las palabras que generan sentidos, que construyen realidades, que pueden nombrar a la otra persona como una igual o como enemiga. 

Por esto último, cuidar la palabra es una manera de cuidar a las/los demás. La pandemia del Covid 19 puso en el centro de la agenda social el cuidado. Lamentablemente pareciera que, lejos de afianzarse este valor como un principio de convivencia, emergieron con más fuerza expresiones y manifestaciones de violencia, individualismo y negacionsismo. Esto ocurre en nuestro país, en toda América Latina y el resto del mundo. 

Como Organismo de Derechos Humanos hemos aprendido que la violencia engendra más violencia. Por eso Madres, Abuelas y caminantes de la Memoria nunca exigimos venganza ni mano dura ante el dolor que nos tocó vivir. Consideramos que la justicia, el respeto de los Derechos y las construcciones comunitarias son el camino.

Cuando finalizó la dictadura pudimos establecer como sociedad algunos consensos que permitieron estas décadas de Democracia ininterrumpida: el Nunca Más fue fundante. 

Hoy resulta imprescindible establecer nuevos consensos para no repetir el pasado. Poder disentir en la pluralidad, reconocer la igualdad en las diferencias, repudiar unánimemente toda expresión que atente contra los Derechos y la convivencia nos permitirá construir un horizonte más justo para todos/as.

Alguien escribió alguna vez: "La democracia se construye, se fortalece y se profundiza con la participación de todos. No es un bien perdurable, por eso la custodia es permanente y la construcción una tarea constante." Lo afirmamos.

Invitamos a la reflexión y a la palabra. Hay nuevas generaciones que nos están mirando y aprendiendo. Con ellos y ellas también debemos construir un futuro justo y democrático.

Comisión Memoria y Justicia Chacabuco