Los últimos días, nuestra ciudad, que aún conserva a pesar de su crecimiento, los rasgos pueblerinos de la intimidad entre sus habitantes, se ha visto conmovida por una serie de circunstancias que van desde violencia familiar, violencia de género, abusos y crímenes contra la honestidad y el pudor.

Si bien la figura legal de 'violación' se ha asimilado con la de 'abuso sexual', no son sin embargo sinónimos. En la primera, existe violencia física o intimidación y la segunda puede resultar de la persuasión, el engaño o la ignorancia de la víctima de que se trata de un acto perjudicial.

Para tener una mirada más completa de un presente en que, por el imperio del manejo inescrupuloso a veces de las redes sociales, un hecho aberrante se puede transformar en moneda corriente y motivo de corrillos, mantuvimos una larga charla con la titular de la Comisaria de la Mujer y la Familia de Salto, la Subcomisaria Valeria Martino.

Preocupada por el creciente número de denuncias sobre abusos, que van desde tocamientos a sometimientos sexuales a menores, la titular de la Comisaria de la Mujer, nos hace participe de su temor a que este tipo de modalidad delictiva, se 'normalice' de alguna manera. Por eso nos habla -con la convicción que pone en su vocación-de la necesidad de insistir ante la comunidad, para que siempre se mantenga alerta, preventivamente, para detectar este tipo de conductas.

Las estadísticas, duras, durísimas, en los delitos que involucran a menores e incapaces, sobre todo, hablan de que los victimarios principales, pertenecen al entorno familiar estrecho: padres, padrastros, abuelos, tíos…e insiste sobre la necesidad de hablar claramente con los niños, acorde a cada edad y crear en ellos la certeza de que siempre deben alertar a sus mayores, responsables, maestros, ante alguna manifestación de invasión a su intimidad. Y la necesidad de concientizar a los responsables de los menores, sobre el valor inmenso de mantenerse alerta sobre los cambios de humor, de hábitos y hasta cambios físicos, en los niños, para detectar cualquier hecho alarmante o perjudicial para ellos.

Valeria nos habla, además, de la urgente necesidad de dotar a las reparticiones como la de la Mujer y la Familia, de gabinetes especializados, con profesionales de las áreas especificas (psicología, derecho, asistentes sociales, etc.) que brinden el soporte necesario, además de contar con mas efectivos y mayores comodidades para la atención de quienes se acercan en busca de ayuda y contención.

Dolorosamente, llega el momento de hablar, casi personalizando, de sucesos recientes, que han cobrado notoriedad, por involucrar a una menor de escasos 11 años, con capacidad diferente y un miembro de su familia, aprehendido y acusado de haber perpetrado un abuso sexual que terminó en un embarazo no deseado, que fuera determinado en el día de ayer, en el Hospital Municipal, con 26 semanas de gestación.

Con el debido respeto que merecen los lectores, que reclaman información, queremos manifestar que los delitos de índole privado y menos aún que involucren a menores, nunca serán tema de noticia en un medio a mi cargo.

Celebramos el pronto accionar de la Policía Comunal, que concretó la inmediata aprehensión del sospechoso, en un tiempo récord de 4 horas y aplaudimos el ingente trabajo de los efectivos de la Comisarìa de la Mujer, que incluyò 36 horas ininterrumpidas de labor. Destacable además, la labor de la Ayudantìa Fiscal, a través de la cual, se logró ya iniciar los estudios necesarios para determinar la filiación del bebe por nacer.

Nos resta ahora, como comunidad sana, confiar en la tarea del Poder Judicial, exigir celeridad en las investigaciones procesales, para que se puedan establecer, sin lugar a dudas, las responsabilidades exactas, tanto de este hecho como de otros pendientes de resolución y sobre todo, agradecer la tarea ímproba, constante, de la Comisaria de la Mujer y la Familia de Salto, y de su apoyo operativo desde la Policía Comunal.

Fuente La Palabra de Salto.